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El Própolis cuenta con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, a la vez que favorece la cicatrización de heridas y tiene propiedades antimicrobianas.

Los compuestos bioactivos, como flavonoides y ácidos fenólicos, y los ésteres, terpenoides, esteroides y aminoácidos son los responsables de las propiedades antiinflamatorias del própolis, inhiben la ciclooxigenasa (COX) y, por tanto, inhiben la biosíntesis de prostaglandinas, lo que favorece la reducción de la concentración de citoquinas inflamatorias.

La Cannabis Sativa L. es una planta asiática del género Cannabis. Los animales presentan un elevado nivel de tolerancia a ella, con un buen perfil de seguridad y sin toxicidad clínica registrada en la literatura científica.

Cuenta con efectos inmunomoduladores, antinociceptivos, antiinflamatorios, neuroprotectores, analgésicos, ansiolíticos, antieméticos, relajantes musculares, espasmolíticos, sedativos, inhibidores del crecimiento tumoral y anticonvulsivos. Además, actúa como estimulante del apetito.

La Curcumina, también denominada diferuloilmetano, es el principal polifenol del rizoma de cúrcuma. Sus propiedades son antioxidantes, antiinflamatorias, hepatoprotectoras y antiapoptóticas.

El Ginkgo Biloba es un árbol dioico cuyos componentes se utilizan en los ámbitos de la alimentación y la medicina. Tiene beneficios para la circulación sanguínea, mejora la memoria y, además, ralentiza los síntomas del envejecimiento.

Los aceites de pescado contienen elevados niveles de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega 3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). No son sintetizados en animales, por lo que se consideran ácidos grasos esenciales. El EPA y el DHA integran los fosfolípidos de la membrana celular y presentan funciones específicas funcionales, metabólicas, de señalización y de regulación de la respuesta inflamatoria.

La enzima superóxido dismutasa (SOD) es la responsable de catalizar la reacción de conversión del superóxido en oxígeno y del hidróxido en peróxido, por lo que es muy importante para el control de los niveles de especies reactivas al oxígeno (ROS), de especies reactivas al nitrógeno (RNS) y de su toxicidad. Constituye una importante defensa antioxidante en la mayoría de las células transportadas al oxígeno.